sábado, 16 de julio de 2011

El rapto de Europa

El rapto de Europa (Rubens)

Cuenta la mitología griega que la diosa Europa paseaba por una playa de la antigua Fenicia cuando Zeus, dios de dioses, se le presentó en forma de gran toro blanco. Prendado por la belleza de la joven heroína Zeus había elegido la apariencia de un imponente astado albino con la intención de seducirla. La primera reacción de ella fue de desconfianza, pero pronto se acercó a la bestia cautivada por su bravura. Tímidamente le colocó un collar de flores en el busto para luego, impulsiva, montarse a sus lomos a modo de amazona. Zeus, enloquecido y ardiente de deseo cruzó rápidamente el mar hasta la isla de Creta portándola a sus espaldas y fue allí donde, adquiriendo forma humana, la hizo suya.
Poco después se cansó de su ya desvirtuado capricho, haciendo valer aquello de que el placer reside más en el cortejo que en la propia conquista y regaló a Europa humillada al entonces Rey de Creta.
Casualmente esta leyenda tiene hoy plena actualidad. El paso de los siglos sólo cambia algunos detalles. Europa ya no es la joven sino "la vieja". El actual dios supremo al que todos idolatran se llama mercado y está aún más ávido de sacrificios humanos que cualquier otro del Olimpo. La forma elegida para tomar a Europa son ahora los rescates y la relación no es consentida sino forzada y violenta.
Lo que no cambia es el origen griego de la historia, como cualquier tragedia que se precie.

miércoles, 6 de julio de 2011

La increíble historia del empleado más productivo del mundo


Erase una vez un empleado que trabajaba para la mayor compañía del mundo (según valor en bolsa): la gigante petrolera Exxon Mobil. Era residente en España y tenía su lugar de trabajo muy cerca de casa. De todas formas esa distancia era lo de menos porque no tenía que acudir necesariamente a la oficina. Él era el único trabajador de su empresa en todo el país. No tenía ni jefes ni subordinados. Estaba remunerado además con la nada despreciable cifra de 44.000€ anuales. El mileurismo para él era tanta ficción como un capítulo de Bob Esponja.

Vivía en una época en la que los principales gobernantes del mundo habían declarado la guerra abierta a los paraísos fiscales y al secretismo bancario, culpables en gran medida de la profunda crisis económica que estaba sufriendo la humanidad. Pero ésta era simplemente una -hipócrita- postura oficial. En la práctica no sólo no habían hecho nada, sino que además habían puesto a disposición de todo rico que lo necesitara nuevas fórmulas para evadir fácilmente los impuestos. En España una de estas nuevas figuras fiscales era la ETVE: Entidad de Tenencia de Valores Extranjeros.

Este empleado generaba la extraordinaria, portentosa e inigualable facturación de casi 5.000.000.000€ anuales. Él solo. La facturación de todo Ikea España, unos mil millones de euros, era una quinta parte de lo que él producía. Lo más increíble de esta historia es que su compañía, haciendo uso oportuno de las ETVEs antes mencionadas, no tributaba ni un solo euro de todos esos beneficios al gobierno. Más bien al contrario, era el Estado español el que incluso le concedía créditos fiscales.

Y es así como España se fue convirtiendo poco a poco en otro paraíso fiscal, abriendo las puertas de par en par a mafiosos, corruptos y ricos evasores de impuestos que quisieran venir aquí a blanquear su dinero.

Y colorín colorado... este cuento aún no se ha acabado.



Enlace a la noticia:

viernes, 1 de julio de 2011

Apocalipsis ¿Now?


Últimamente los informativos parecen más bien películas de miedo sobre el fin del mundo. Y no lo digo por el discurso de Rajoy en el debate sobre el Estado de la Nación, que se podría resumir en un “vamos a morir todos! (salvo que adelantemos las elecciones, claro)”, sino por las noticias que nos llegan de los países de nuestro entorno. En Portugal, la misma derecha que negó el apoyo a los recortes de Sócrates hace un par de meses, ahora va a robar (sí, robar) el 50% de la paga extra de Navidad a todos los trabajadores del país. En Grecia gobierno y oposición finalmente han aceptado a calzón quitado las imposiciones económicas de la Comisión Europea y van a someter a su población a recortes todavía más asfixiantes de los que ya sufrían, por si no tenían bastante. Y el cerco se estrecha. Las tropas franco-alemanas asedian ya a su siguiente conquista, con los ojos de deseo del depredador que olfatea a su presa herida. Y nosotros somos una gacela sangrando a borbotones.

Pero no nos pueden engañar. Los recortes NO son la solución. Que no nos vuelvan a meter esa descomunal mentira. Se trata de simple lógica: si se reduce la masa salarial disminuye el poder adquisitivo de la población y en consecuencia el consumo, motor único de nuestra economía, cae en picado. Basta de engaños. Con los mismos argumentos apocalípticos ya redujeron un 5% el sueldo de los funcionarios de toda España y a la vista está que sólo sirvió para empeorar la situación. El gobierno, tras la campaña mediática previa de rigor, consiguió incluso el apoyo de la opinión pública. Hasta recibió el espaldarazo de un pequeño sector de la izquierda y de muchos de los autónomos. Pero esos mismos autónomos no tardaron en darse cuenta de que los “privilegiados” funcionarios resultaban ser también clientes y al tener menos dinero ahora gastaban menos en sus negocios. Obviamente.

No caigamos en la trampa otra vez. Como dice un proverbio árabe: Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía.