jueves, 12 de julio de 2012

El odio


El odio es un sentimiento realmente asqueroso, siempre acompañado de otros igual de sucios, como la ira, la rabia y la impotencia. Afortunadamente no lo suelo sentir, pero desde ayer me corroe por dentro como un gusano. Siento el más profundo odio por el presidente de este Gobierno títere y su tropa de compinches. Por esa gentuza que ayer aprobó los mayores recortes de la historia de España, habiendo jurado y perjurado mil veces no hacerlo, desenmascarando definitivamente el fraude electoral del 20-N. Les odio por sus mentiras y por su total falta de principios, no habiendo nadie capaz de dimitir en sus filas, aferrados al cargo como alimañas. Pero les odio sobre todo por los vítores, aplausos, risas de hiena y alguna que otra coña con las que celebraron ayer la desgracia de millones de españoles. Dieron así a la historia una de las imágenes más surrealistas y vomitivas que jamás haya visto un país democrático. Mi único deseo, que no es poco, es que esa imagen les acompañe hasta la muerte a todos. Igual que acompañará la foto de las Azores a Aznar junto a la sombra de sus crímenes de lesa humanidad. Que esa estampa de soberbia, jactancia y camaradería burlona mientras nos hunden a todos se grabe a fuego en la mente de todos aquellos que vayan a coger una papeleta del PP las próximas elecciones.

Hoy me acuerdo de muchos. Me viene a la mente el Rubianes (Pepe), porque él tenía una gracia especial para hablar de estos fachas cabrones que ahora, encima, se ríen de nosotros. A él le sobraban la simpatía y los adjetivos que a mí me faltan. Me lo imagino haciendo un especial anoche, allá donde esté, sobre la situación actual de esta, como él diría, puta España. Y también de Raimón y su “Diguem NO”. Canción de hace 40 años con plena vigencia ahora. Al menos, en aquella época, las injusticias sirvieron como germen para la caída del régimen.

Tenemos que hacer algo. Este odio que sentimos muchos se tiene que transformar en algo bueno. Todo esto no puede quedar así. Luchemos como lucharon las generaciones que nos preceden contra la injusticia. Diguem NO.




(Lletra)

Ara que som junts
diré el que tu i jo sabem
i que sovint oblidem:

Hem vist la por
ser llei per a tots.
Hem vist la sang
-que sols fa sang-
ser llei del món.

No,
jo dic no,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

Hem vist la fam
ser pa
dels treballadors.

Hem vist tancats
a la presó
homes plens de raó.

No,
jo dic no,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

No,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

(Letra)

Ahora que estamos juntos
diré lo que tú y yo sabemos
y que a menudo olvidamos:

Hemos visto al miedo
ser ley para todos.
Hemos visto a la sangre
-que sólo hace sangre-
ser ley del mundo.

No,
yo digo no,
digamos no.
Nosotros no somos de ese mundo.

Hemos visto al hambre
ser pan
para los trabajadores.

Hemos visto encerrados
en la prisión
a hombres llenos de razón.

No,
yo digo no,
digamos no.
Nosotros no somos de ese mundo.

No,
digamos no.
Nosotros no somos de ese mundo.

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