martes, 28 de febrero de 2012

#primaveravalenciana humor gráfico

Dicen que la pluma es más poderosa que la espada. Pero el que lo dijo todavía no conocía el Photoshop. Aquí van algunas aportaciones gráficas quatregateras a la #primaveravalenciana:



 




 





viernes, 17 de febrero de 2012

Motivos para NO convocar una huelga general


Pareja de sinvergüenzas luciendo su sonrisa más cínica
Voy a empezar el artículo al revés, enumerando las principales novedades de la reforma laboral impuesta por el gobierno que justifican sobradamente una huelga general:
  • Abaratamiento del despido para los nuevos contratos: indemnización máxima por despido de 33 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades.
  • Abaratamiento del despido para los contratos anteriores a la reforma: contando a partir de ahora los días de indemnización por año trabajado serán 33 en lugar de 45.
  • El empresario podrá alegar despido objetivo cuando caigan las ventas o ingresos durante 9 meses seguidos. No hace falta entrar en pérdidas, basta con una reducción de beneficios. La indemnización será entonces de 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades.
  • El empresario podrá bajar los salarios y cambiar los horarios y las tareas de sus trabajadores.
  • Se amplía para pymes el periodo de prácticas de 6 meses a un año. Por tanto durante 12 meses el despido es completamente libre.
  • Las faltas de asistencia al trabajo, aún estando justificadas, son motivo de despido procedente si alcanzan el 20 % de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25 % en cuatro meses discontinuos. Así que nueve días de baja en un mes son suficientes para un despido objetivo.
Ahora, una vez dicho esto y aún en caliente por haber repasado parte de lo que hemos perdido, analicemos: ¿Cuál es el fin de las huelgas? Principalmente tienen un objetivo básico: la exhibición de músculo sindical. Las huelgas ponen encima de la mesa la capacidad de movilización de los trabajadores, y el gobierno o empresario, en función de esa resistencia que ve y padece, reacciona. De ahí la guerra de cifras que siempre acompaña a las huelgas, a pesar de ser fácil y objetivamente medibles.

Y seamos sinceros, ¿qué capacidad de movilización tienen a día de hoy los sindicatos? Desde luego entre los trabajadores que afortunadamente tienen empleo, poca. Básicamente por el miedo a perderlo, no lo neguemos. A nadie le hace gracia en estos momentos poner en riesgo su puesto de trabajo y es obvio que acudir a la huelga lo supone en mayor o menor medida. Esto por no entrar en los más de 100€ que como mínimo cuesta no ir a trabajar ese día. Y no está la cosa para perder dinero, para nadie.

La izquierda (aunque en esto no debería haber izquierdas ni derechas, porque trabajadores somos todos y a todos nos afecta) no debe dejarse llevar por una vehemencia que podría llevarle a encajar el duro golpe de un descomunal fracaso de convocatoria. 10.827.104 personas han votado al PP y muchos de ellos son trabajadores. Aunque se entiende que muchos ya se estarán arrepintiendo, al fin y al cabo es una realidad que nos tenemos que comer durante los próximos 4 años. 

Seamos inteligentes. Luchemos las batallas que podamos ganar. Una es pelear la evidente inconstitucionalidad de la reforma y esto está en manos de los partidos de la oposición.

Y otra se libra este domingo 19-F en las calles de todas las ciudades. 

#19Ftomalacalle


miércoles, 8 de febrero de 2012

La mentira



Los ya no tan jóvenes recordamos perfectamente el escandaloso caso de Monica Lewinsky en EEUU. El presidente Bill Clinton se lió con ella en el mismísimo despacho oval de la Casa Blanca, haciendo aún más legendaria esta famosa sala -y el puesto de becaria-  y demostrando que un vestido no se tiene porqué meter en la lavadora por una manchita de nada, que luego nunca se sabe si sucio puede multiplicar su valor. Cuento esto porque el caso fue llevado a los tribunales, y no por tratarse de una relación adúltera, puesto que en EEUU aún son legales las relaciones heterosexuales consentidas entre mayores de edad, sino por el perjurio. A punto estuvo el hombre más poderoso del mundo de perder su puesto por haber mentido, supuestamente, en público. Pero bien se había cuidado el simpático Bill de no incurrir en contradicciones públicamente, así que el fiscal no logró demostrar la acusación. Eso sí, tuvo que reconocer arrepentido los hechos y pedir perdón al pueblo estadounidense.

Bien distinto es el caso de España. No acostumbro a poner a EEUU como ejemplo de nada, pero en cuestión de tradición democrática nos llevan varios siglos de ventaja. Aquí un perjurio así no sólo no es delito, sino que sin duda sería consentido y aceptado por la opinión pública. En el caso por ejemplo de los trajes en el que Francisco Camps ha salido absuelto, media España se retuerce de indignación por la sentencia y la otra media la celebra como una victoria propia. Pero se obvia lo más importante. Más incluso que el propio veredicto, puesto que éste al final depende de la subjetividad de nueve personas: Camps negó públicamente conocer al Bigotes y posteriormente todos escuchamos lo mucho que -ovalmente- se querían. Ese perjurio no será delito en España pero le debería impedir categóricamente regresar a la política.

No podemos seguir consintiendo la mentira de ningún político. No debemos permitir burradas como que el ministro de Educación falsee las razones para eliminar una asignatura o para mantener las ayudas a la fiesta “nacional”. O que una alcaldesa (Valencia) niegue recibir regalos y luego se evidencie que sí se los em-bolsó.  La mentira es el cáncer de nuestro sistema político. Mientras sigamos aceptándola como algo inherente a él, estamos asumiendo que está podrido. Y éste no es el sistema que ninguno queremos, seamos de la tendencia política que seamos. ¿O sí?

jueves, 2 de febrero de 2012

Las 10 mejores metidas de pata de políticos en Twitter


O de cómo algunos políticos subestiman el poder de difusión de Twitter y la memoria de los tuiteros:

1.- Esperanza Aguirre (PP), en referencia a la Ley Sinde que luego aprobaría el propio PP al llegar al Gobierno:



2.- Tomás Gómez (PSOE), equivocándose en el "año del cambio":

3.- Xavier García Albiol (PP), metiendo la pata con el tono fascistoide del tuit y con el momento del mensaje. La redada todavía no había empezado y pudo servir de aviso:

Algunos tuiteros respondieron ingeniosamente:
- ¡Gracias por el aviso! Te debo un traje.
- Gracias amigo, ya hemos tirado la mandanga en el WC, el lunes le dejamos el sobre a tu secretaria!


4.- Toni Cantó (UPyD) y su explosiva solución a la crisis de Canal 9:

(enlace al vídeo)
5.- Esteban González Pons (PP) haciéndose eco de un bulo sobre los informativos de TVE:


Posteriormente desmentido por la cadena pública:



6.- Ángel Mínguez (PP) bromeando sobre el despido de la presentadora Ana Pastor cuando el PP ganara las elecciones:


7.- Esteban González Pons (PP) -este tío es toda una mina-, donde dije digo...




8.- Mariano Rajoy con su solicitud pública y directa a un usuario de Twitter:



Consiguió el efecto contrario y media España acabó "marianizando" su perfil:

9.- Ataque espontáneo de sinceridad de la cuenta oficial del PSOE, se entiende que haciendo referencia a Rubalcaba y a Chacón:


Que luego justificarían diciendo que fueron hackeados.

10.- La cuenta oficial de UPyD oponiéndose al mismo copago en Sanidad: